sábado, 26 de febrero de 2011

La resistencia de los materiales


Cuando un edificio se derrumba lo primero que se comenta es sobre los análisis que realizarán los técnicos en cuanto al deterioro y caducidad de los materiales que se utilizaron en la construcción del edificio. Asimismo cuando uno observa su entorno se da cuenta de cómo los distintos elementos que nos rodean se van modificando con el paso del tiempo , los cambios de temperatura , la humedad y el uso ; los metales se oxidan, las maderas se pudren, el cemento o yeso se agrieta, la tierra se erosiona por el efecto climatológico y así un largo etcetera.
Con los cuerpos ocurre algo parecido, los “materiales” de los cuales estamos hechos, las células también sufren un deterioro en función de la utilización, los nutrientes  y los cuidados que le proporcionemos.
Además del factor genético que podemos arrastrar a la hora de envejecer de una u otra manera, los alimentos, el ejercicio , la salud emocional y el entorno influyen de una manera muy importante en el desgaste de nuestro material orgánico: el cuerpo.

Una buena higiene, alimentación equilibrada , utilización de productos de belleza de calidad, deporte moderado y estar satisfecho con el trabajo y entorno social y afectivo son la base de una salud celular deseada.

El buen mantenimiento del interior y exterior del cuerpo no se consiguen de un día para otro, se asemeja al mantenimiento de un vehículo, si no se hace de forma correcta y regular un día te puede dejar tirado en la carretera….

No creo en las dietas milagro, tampoco en los productos “espectaculares” ni en los tratamientos que producen un efecto “wow” instantáneo y que a la larga tienen un efecto rebote que nos deja en peor estado de cuando empezamos con él.

Sinceramente no me fío demasiado de los aparatos que producen efectos choque sobre el organismo, no hay estudios de las consecuencias que pueden tener las altas temperaturas o las distintas frecuencias eléctricas  en el comportamiento de las célula a largo plazo. Así como hay tratamientos que solucionan de forma pasajera la celulitis o retención de líquido a corto plazo y que en breve resultan perjudiciales para la zona tratada; incremento del edema y la retención de líquidos, flaccidez del tejido y rotura de capilares.

Es importante ponerse en manos de profesionales preparados y con experiencia a la hora de someterse a cualquier tratamiento de estética. Hasta los cuidados más básicos como la depilación ha de ser realizada por una experta y con los productos más adecuados para cada caso. He conocido casos de mujeres que han quedado marcadas de por vida por una mala praxis al ser depiladas, con quemaduras en el labio superior que se convirtieron en una mancha oscura semejante a un “bigote” o quemaduras al ser depiladas con un láser que no estaba siendo utilizado por la persona formada para su uso.

Para los cuidados específicos de belleza internos (dietas, salud alimentaria, problemas o dudas referentes a subidas o bajadas de peso) podemos asesorarnos con un  nutricionista o  endocrino.
Para los cuidados de belleza generales – depilación, tratamientos faciales, pedicura, permanente y tinte de pestañas,  peelings e hidrataciones corporales, flaccidez, tonificación,  etc – es conveniente ponerse en manos de un especialista en estética facial y corporal .
Para masajes, drenaje linfático y dolores musculares las manos de un buen fisioterapeuta son indispensables.
Para tratamientos específicos de cirugía estética y plástica y distintos tratamientos con láser es importante acudir a un médico especialista en ello.

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